
HISTORIA DEL ARTE FRÍVOLO – ÁLVARO RETANA
BELLA FLORIDO
Alentada por el triunfo en París de Carolina Otero, la Bella Florido, que era un tipo de hermosura semejante, peinaba la negra cabellera con raya en medio; recogidos los dos “bandos” sobre la nuca, de aventajada estatura, bien modelada y predispuesta a torear todo el ganado masculino que surgiese ante ella, debutó en un “music-hall” de de París, con su buena montera de torero, sus castañuelas y su coreografía, tan deficiente como la de la despampanante paisana de doña Emilia Pardo Bazán.
No tardó en verse asediada por conquistadores de beldades escénicas…