Lletrista: Pedro Puche – Música: Vicente Quirós – Intèrprets: Pilar Alonso

I En una noche de invierno llamaron a mi ventana abrí la puerta y un hombre cayó aterrido a mis plantas Le levantaron mis brazos albergue li dí en mi casa y con dulzura infinita poniendo su voz el alma me dijo mientras mis manos apasionado besaba Estribillo ¡Bendito, bentido sea quien abre al dolor su casa y albergue amor y consuelo ofrece a un hombre que pasa. Bendito sea quien tiene esa grandeza de alma II Muy juntos cerca del fuego que nuestros cuerpos templaba él me contó sus amores y yo le hablé de mis ansias; y vi en sus ojos de pena tan muertas sus esperanzas, que le alenté alegremente, diciéndole: - Rie y ama; y agradecido de nuevo me dijo con voz muy grata: Al estribillo III En el hogar venturoso dormí tranquila, hasta el alba, y al despertar vi que huía el hombre que yo auxiliara... Y oí su risa burlona y oí su voz que cantaba y le vi tan satisfecho de mi inocencia y su infamia que en mi impotente fiereza grité hasta ahogarme la rabia: Estribillo ¡Maldito, maldito sea quien abre al dolor su casa y albergue, amor y consuelo ofrede a un hombre que pasa... ¡Maldito sea quien tiene esa grandeza de alma!
