Lletra: T. Gutiérrez – Música: José Ruiz de Azagra – Intèrprets: Mercedes Serós – Elvira de Amaya – Consuelo Moreno
I Llegó hasta mi reja jurándome amores con tristes palabras que loca escuché, y yo con cariño calmé sus dolores poniendo al quererle mi vida y mi fe. Su sed de caricias sin cesar crecía, su amor imploraba con loca ambición, y yo, enamorada, cedía, cedía... gozosa al oírle decir con pasión: Estribillo Deja mañica querida (bis) que así me muera a tu lado ¿Pa qué me sirve la vida después de haberte besado? (bis) II Sus frases ardientes de amor y ternura hicieron un pobre muñeco de mí, y oyéndole hablarme y al ver su locura cegué por completo, le quise y caí. Un día, orgulloso del triunfo logrado cantó los secretos de aquella ilusión, y de entre los labios del hombre adorado surgió aquella cobla de infame traición: Estribillo Muy cerca de Zaragoza (bis) hay una reja con flores, y hay tras la reja una moza que a nadie niega favores (bis) III Cantando la copla mi reja rondaron, lo oyó un bravo mozo que vió mi dolor, y un día sus manos con sangre callaron la voz que a la copla prestaba calor. Y mientras el fallo del juez esperaba, el mozo valiente me oyó sollozar, y erguido ante el puebloque allí se apiñaba mirando a los mozos lanzó este cantar: Estribillo Tras una reja florida (bis) hay una moza que es santa: ¡Quien tenga en algo su vida que mire bien lo que canta!