Lletra: Raffles – Música: Radael Adam – Intèrprets: La Goya
I Cuando iba yo al taller, cierta mañana un mocito de lejos me siguió, y acercándose luego poco a poco a mi lado estas frases pronunció: Lo feiz que yo sería si alguna ves se juntara su carita con la mía Y en la puerta del taller le dije: - Siendo constante todo puede suceder. Refrán Y sentía, sentía mi corazón arder. ¡Así son en la vida las cosas del querer! II Me esperaba ya el hombre, al otro día despacito nos fuimos al taller querernos locamente nos juramos y empezamos los dos a padecer. Yo te juro, me decía, que voy a tener yo celos de todos, chiquilla mía. Está seguro de mí, solamente, solamente tengo que ser para tí... Al refrán III Se pasaron unos meses, regañamos, en seguida con otra me olvidó, y en un baile le vi del brazo de ella y con otro del brazo me encontró. Y como a mí, le decía: yo te juro tengo celos de todos chiquilla mía. Y to tambíen repetí: solamente, solamente tengo que ser para tí... Al refrán Lletra publicada a: Tonadillas y tonadilleras La Novela Teatral Año VIII. Núm. 324 Madrid, 4 febrero 1923